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LEWIS

Por

Juan Feal

Publicado

septiembre 1, 2019

Etiquetas

comunicación, fake news, noticias falsas

Existe toda una industria detrás de las campañas de fake news o noticias falsas. En este post explicamos las estrategias y precios de estos servicios.


La importancia de un buen titular es clave para optimizar la tasa de clics y la viralización orgánica de un artículo, el conocido clickbait (ciberanzuelo). En la era digital la capacidad de atención del lector es muy reducida y esa es una de las principales argucias que explotan las organizaciones creadoras de noticias falsas para manipular al público.

En la mayoría de ocasiones no es necesario que un artículo sea verdad o use datos contrastados. Un titular sensacionalista siempre consigue mejores resultados. Normalmente porque no se terminan de abrir o leer completamente, porque la Velocidad de viralización es superior a la Veracidad del contenido o por el “no dejes que la verdad te estropee un buen titular”.

Esto influye en la forma en que las noticias y las imágenes se diseñan en las noticias falsas para captar la atención del usuario por encima del resto de contenidos, un punto esencial y en línea con las teorías de la manipulación de la opinión pública. Los titulares suelen estar diseñados para informar supuestamente al usuario de un hecho significativo de la manera más sensacionalista posible, ajustándose a la mentalidad de grupos muy marcados (taurinos y anti taurinos, PP – PSOE, Monárquicos – Republicanos o cualquier tema candente de actualidad) y ofreciéndoles puntos para reforzar sus ideas y sesgos.


Las fake news o noticias falsas empiezan a ser un verdadero problema en ciertos países. En España las campañas de noticias falsas existen a un nivel más reducido en comparación con otros países, pero el crecimiento en los últimos años ha sido importante y todo apunta -con el actual clima político- que empezaremos a verlas de forma más habitual.


Existe toda una industria detrás de estas campañas que usan el poder de la red para influir en la opinión pública. Hace poco leí el informe de TrendMicro (The Fake News Machine ) que pone realmente los pelos de punta sobre estos entramados, que vienen a funcionar como una especie de agencia de comunicación en la sombra, que además de crear contenidos, crean medios online falsos y desarrollan plataformas de bots y sistemas para incentivar a usuarios reales a viralizar contenidos.

¿Cuáles son las principales motivaciones detrás de las noticias falsas?

Actualmente el objetivo más habitual parece estar relacionado con intereses políticos. Si bien los intereses políticos para promover agendas son la variedad dominante, existen otros intereses empresariales o motivos económicos, entre ellos el motor que alimenta Internet, la publicidad.

De esta forma las webs de noticias falsas consiguen de forma muy efectiva dos objetivos, dirigir a los usuarios de redes sociales a sus sitios falsos para desinformar (objetivo para sus clientes) y al mismo tiempo generan ingresos por publicidad gracias al clickbait, en gran medida por la cada vez más alarmante falta de pensamiento crítico y polaridad de la sociedad.

Fuente: Loyola.edu

En el estudio de TrendMicro se señala que el mayor factor detrás del éxito de las operaciones de noticias falsas en 2016 fue su alto nivel de engagement social. En EEUU las noticias falsas en Facebook consiguieron un engagement superior a los medios tradicionales durante los meses previos a las elecciones estadounidenses de noviembre de 2016, un ejemplo claro de la polaridad de la sociedad estadounidense que parece seguir creciendo.

Fuente: Buzzfeed

Existen también intereses económicos para afectar los precios de las acciones mediante campañas de fake news. Por ejemplo, las acciones de la aerolínea estadounidense de bajo coste Spirit Airlines cayeron un 5% el día después de que videos de peleas entre pasajeros inundaran las redes sociales debido a cancelaciones. Otro caso reciente de caída de acciones fue el de United Airlines, el pasado abril, cuando retiró forzosamente a un pasajero de un avión. Por lo tanto, no es difícil pensar que las noticias falsas podrían ser utilizadas para influir en los precios de las acciones.

Herramientas y estrategias detrás de las campañas de noticias falsas

El desarrollo de noticias falsas requiere herramientas, y la deep web está repleta de ellas. Estas herramientas y servicios están disponibles en los mercados clandestinos online y en algunos aspectos se pueden considerar una evolución de los servicios tradicionales, como el Black Hat Search Engine Optimization, las técnicas de fraude de clics, la venta de tráfico humano y de bots, etc, pero organizadas a modo de packs para conseguir un objetivo mediante campañas. Por suerte el fraude por clic se ha vuelto menos lucrativo gracias a los avances en tecnologías de detección y al creciente número de empresas que las utilizan.

Los grandes mercados de servicios y herramientas de fake news se encuentran en Rusia y China. Por ejemplo, una organización China cobra unos 12€ por crear un artículo falso de 500 a 800 palabras, y 25€ por uno de 1.000 a 1.500 palabras, aunque los precios varían si se busca cobertura en un tipo de medio concreto, siendo los medios de salud más caros que los económicos.


Plataformas de Influencia de opinión pública

Existen varias organizaciones chinas que ofertan un «sistema de monitoreo de opinión pública» que puede supuestamente monitorizar e influenciar la opinión en foros y medios sociales dependiendo de los temas de interés del cliente. Uno de estos servicios es Boryou Sistema de Influencia de Opinión Pública, el servicio afirma que puede monitorear 3.000 sitios web y foros, y agregar mensajes manuales, automáticos o respuestas con una capacidad de 100 mensajes por minuto. El servicio necesita de cierto flujo de trabajo: un administrador distribuye primero las tareas a sus operadores a través de un cliente de mensajería instantánea incorporado en la plataforma, para que acto seguido los operadores lleven a cabo sus tareas y el software de Boryou las termine con tareas automatizadas.

Ejemplo de cómo una organización crea y viraliza las noticias falsas

Los indicadores clave de rendimiento de la campaña (KPIs) se miden y demuestran automáticamente al cliente mediante tablas, que incluyen las publicaciones, clics, el recuento de respuestas, análisis de frecuencia, la línea de tiempo y la tasa de comentarios positivos / negativos.

Eliminar contenidos de la Web

Además de ofrecer servicios de creación, distribución y viralización de noticias falsas, algunas organizaciones chinas también ofrecen hacer lo opuesto: eliminar contenidos.

El servicio incluye la eliminación de noticias completas o un post de una URL concreta, necesitando tan solo entre 1 a 5 días para que desaparezca la publicación en cuestión, y con un precio que depende de la popularidad del contenido y del medio, pero normalmente entre los 300€ y 800€. El modus operandi para llevar a cabo el servicio suele ser por medio del hacking o directamente del soborno a los administradores de la web.

Crowdsourcing para la promoción de contenido

Una de las técnicas más usadas por las organizaciones rusas es el crowdsourcing para manipular la opinión pública. Funciona de la misma manera que cualquier otro proyecto de crowdsourcing, con la excepción de que las contribuciones están basadas en realizar una serie de acciones de promoción de perfiles o contenidos falsos con likes, retweets y comentarios a cambio de tokens, que los participantes pueden intercambiar para su propia autopromoción vía incremento de followers, likes, etc.

Este modelo reduce las barreras de entrada para difundir noticias falsas, basado en completar tareas y promover otros contenidos con poco o ningún capital monetario e involucrando a usuarios reales y con soporte en las principales plataformas sociales, YouTube, Twitter, Ask.fm, Facebook, Instagram, etc.

Servicios de manipulación de votos

Manipular votos y encuestas en medios de comunicación y en otras plataformas online como las firmas de change.org pueden ser un medio eficaz para influir en la opinión pública. Organizaciones rusas dicen ser capaces de manipular casi cualquier sistema de votación en Internet y evitar los controles de seguridad como la identificación de IP, los Captcha, mecanismos de autenticación de redes sociales, SMS y correo electrónico  entre otros. Sus precios varían según las cantidades de votos y sistemas de seguridad, conseguir 10.000 votos o firmas tiene un coste aproximado de 900€, mientras que 25.000 votos estarían en torno a los 2.300€.

El precio por voto depende de la tecnología de seguridad, el coste de un voto saltándose una dirección IP, Captcha u otro método sencillo tiene un coste de unos 0,25€. Los sistemas de votación que requieren autenticación a través de redes sociales cuestan 0,50€, mientras que los que requieren de un registro en línea detallado cuestan algo menos de 1€. Para los sistemas de votación que requieren la confirmación de SMS y métodos de autenticación más complejos ascienden al 1€ por voto. Desde luego bastante asequible.

Campañas Integradas de noticias falsas

Por último -y no menos inquietante- se encuentran las campañas integradas que ofertan las organizaciones, por ejemplo crear un influencer falso con 300.000 followers y cientos de comentarios y likes para que sirva a nuestra causa tiene un coste de unos 2.000€.

Campañas para instigar protestas callejeras por 166.000€, que incluyen todas las estrategias y fases necesarias para inyectar los temas  de interés en grupos y foros, crear noticias falsas para agitar a los grupos de interés, convocar la manifestación, etc.

Desacreditar a periodistas (por  unos 45.000€) también aparece como una de las campañas integradas que se ofrecen unificando todos los servicios anteriores. Estas campañas incluirían tanto noticias falsas como videos en YouTube, así como miles de comentarios y retweets para aumentar el alcance del bulo y que usuarios “normales” comiencen también a compartirlo.

 

Soluciones

Nos enfrentamos a un problema complejo que debemos afrontar desde distintos frentes, por un lado el usuario, cada día más polarizado en sus opiniones y con falta de criterio a la hora de compartir contenidos. En este sentido la educación es clave para contrarrestar las noticias falsas. Por otro lado la complejidad para acabar judicialmente con las grandes organizaciones ubicadas fuera de Europa y EEUU y finalmente los proveedores de contenidos y redes sociales.

En este punto Google ha lanzado una funcionalidad en la que se puede ver sobre los resultados de búsqueda de su sección de noticias un fact check(verificación de hechos) y está trabajando también en su algoritmo de búsqueda, para intentar desplazar todas las noticias falsas a posiciones inferiores.

Facebook es otra de las compañías que está trabajando en nuevas formas de combatir las noticias falsas, por un lado cerrando cuentas y por otro lado añadiendo avisos bajo las noticias sobre el posible contenido falso. En España está generando mucha polémica este sistema al estar vinculadas las empresas de fact-checking a propietarios que podrían no ser imparciales en temas políticos. Hay grupos que piensan que deberían ser agencias de prensa (EFE, Europa Press…) las que realizarán el trabajo como sucede en otros países.

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