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LEWIS

Por

Jorge López M-C

Publicado

abril 7, 2020

Bienvenidos a la era del Marketing de Continuidad, que persigue sacar el máximo de lo que tienes. Partimos de que el mercado ha sufrido un shock y las tácticas que funcionaron los últimos años ahora son imposibles o muy difíciles de abordar.


El coronavirus anuncia el preludio de la próxima recesión en la economía global.

Mientras los doctores se afanan por mitigar sus efectos negativos sobre nuestra salud y los gobiernos se preocupan por contener el pánico, a los marquetinianos nos queda cambiar el paso y conseguir que las empresas sigan haciendo negocio y mantener el tipo mientras el mundo se va al garete.

Bienvenidos a la era del Marketing de Continuidad, que persigue sacar el máximo de lo que tienes. Partimos de que el mercado ha sufrido un shock y las tácticas que funcionaron los últimos años ahora son imposibles o muy difíciles de abordar.

Con la pandemia de Covid-19 todo ha cambiado menos nuestros KPIs. ¿Cómo reaccionar para que no se nos quede cara de chelista de la orquesta del Titanic?

Primeramente, debemos reagrupar nuestros recursos y distinguir entre los que son flexibles y los que no. Los recursos de marketing flexibles serán aquellos -humanos o. materiales-, que podamos desplazar de las funciones habituales a otras más apropiadas para la nueva situación. Hablamos de presupuestos aún no comprometidos y de personas que puedan realizar otras funciones.

Los recursos inflexibles son aquellos que no podemos tocar ya y que -asumámoslo-, podemos dar por perdidos temporal o definitivamente. Es el caso de las inversiones ya realizadas en eventos físicos o para apoyar esos eventos, por ejemplo.

Una vez hecho esto comprobaremos que los recursos que nos quedan son -aun disminuidos-, considerables. La otra buena noticia es que hay tácticas de marketing que permiten hacer más con menos.

Ahora sólo nos queda replantear nuestros objetivos. ¿Dije objetivos? ¡Objetivo! En tiempos del Marketing de Continuidad empresarial sólo cuenta asegurar la demanda valiéndonos de todas las herramientas (no inutilizadas por el coronavirus) que nos brinde el mix de marketing.

Muchas de estas herramientas son digitales y se valen de Internet y del uso que le damos. No sustituirán a otras más convencionales, pero nos resultarán muy efectivas en estos tiempos.

No es buena época para los eventos. Se han cancelado desde el Mobile World Congress al desfile del Día de San Patricio en Boston. Hay miles de eventos pequeños y medianos que han sufrido una suerte similar. Es imposible sustituir la experiencia de ver a Messi en vivo, pero: ¿ha probado los webinar para hacer una demo de su producto o servicio? ¿Cuánto ha estado invirtiendo en publicidad en buscadores y cuánto podría invertir ahora que se le libera parte del presupuesto de marketing físico? ¿Le hace caso al tráfico que recibe su web? ¿Sabe quien es su especialista en SEO de cabacera? ¿Cuántos leads han generado sus últimas campañas de marketing de contenidos? Si no tiene la respuesta a mano, ya tiene una tarea.

A propósito del virus, ya habrá comprobado que las noticias vuelan y que hay que tomar decisiones a toda velocidad. Lo malo es que nos hemos zambullido en un entorno donde las informaciones se propagan más rápidamente que los virus, limitando el efecto de nuestras decisiones empresariales. Los mensajes y contenidos van y vienen, confundiendo a empleados, clientes, colaboradores y proveedores. ¿Tiene suficientes recursos de comunicación interna? ¿Tiene los mensajes claros? ¿Y los medios necesarios? ¿Seguro? ¿Es suficiente un email cada semestre si sus empleados se ven obligados a teletrabajar de forma generalizada? ¿Ha pensado cómo reaccionar si por culpa del Covid-19 le es imposible desarrollar su actividad empresarial y eso le genera una crisis de reputación? ¿A quién acudir? ¿Qué contar?

Tranquilos, que el mundo no se va al garete. Aunque lo parezca. Basta con darle prioridad al Marketing de Continuidad. ¡Será un viaje inolvidable!

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