Para la campaña se utilizó un motel donde las habitaciones eran similares a las de cualquier motel tradicional, pero decoradas de manera muy especial y siguiendo la línea Burguer King.
Para vivir la experiencia los usuarios podían reservar una habitación registrándose desde Facebook. Burger King invitaba a los clientes a que compartiesen las fotos de sus «infidelidades» en las redes sociales para crear el efecto viral que buscaba la marca.
Con el hashtag #MotelBK, miles de usuarios compartieron sus experiencias en sus principales redes sociales, generando un incremento de engagement de más de un 587% y un alcance de 2 millones de personas.