La compañía de servicios financieros, American Express con sede en Nueva York lanzó Small Business Saturday como una forma de ayudar a las empresas locales a recuperarse de la crisis aumentando sus ventas.
El objetivo era permitir a los propietarios de pequeños comercios encontrar un hueco entre el Black Friday, que fomenta las compras en los principales minoristas como Wal-Mart y Macy’s, y el Cyber Monday, donde las principales webs de compras como Amazon ofrecen grandes descuentos.
Para la campaña se eligió Facebook como centro neurálgico desde donde los pequeños comercios podían descargarse todo el material promocional para colocar en el punto de venta, desde posters hasta códigos QR. Además de Facebook se usaron otras plataformas como Foursquare, Youtube y Twitter, donde se utilizó el Hashtag #SmallBusinessSaturdays. American Express invitó a los empresarios a inscribirse para recibir crédito publicitario en Facebook de 100 dólares.
Resultados en crecimiento
Desde entonces, el Small Business Saturday ha cobrado vida propia gracias a American Express. En 2011 la campaña logró su objetivo más ambicioso al conseguir que el senado declarara el Small Business Saturday como un día oficial. Una estrategia promocional que logró extenderse en todo el país para promover el consumo en los pequeños comercios.
En 2012 los consumidores gastaron un estimado de 5.5 mil millones de dólares en pequeños comercios, según Fortune. En 2015, esa cifra casi se triplicó hasta alcanzar los 16.200 millones de dólares. El 2016, aproximadamente 1.3 millones de pequeñas empresas participaron en Small Business Saturday, junto con 95 millones de consumidores.