Vivimos una época en la que tanto la variedad en el ocio como la diversidad de formas y canales mediante los cuales disfrutarlo, aumentan por momentos. Los límites entre plataformas, medios y juego se difuminan cada vez más. La ficción y la realidad se combinan e incluso confunden para formar un nuevo híbrido. Y ahí es precisamente donde el storytelling toma especial importancia. Gracias a los nuevos medios de que disponemos, una nueva forma de ‘contar historias’ impacta directamente en nuestras vidas.
Pero ¿qué entendemos por transmedia? El mes pasado tuvimos la oportunidad de contar con la presencia de la Responsable de Publicidad y Promoción de canales de Marketing en Banc Sabadell Sofía Mayoral. Durante su presentación disfrutamos de un vídeo de @Draftfcb que no os dejará duda alguna sobre lo que implica el transmedia.
En resumen, la narrativa transmedia es, por un lado, la difusión de las distintas partes que conforman un relato a través de varios canales, pero relacionados de forma más o menos directa (por ejemplo, cine, televisión, webs, videojuegos, móviles, eventos reales, redes sociales etc.). Por el otro, la necesidad de que cada canal aporte nueva información o aspectos que complementen la historia, la enriquezcan y mantengan al público con la expectativa del “y luego, ¿qué pasará?”.
El concepto no es nada nuevo. La frase fue acuñada por primera vez en 1991, pero las variaciones de la técnica ya se usaban mucho antes. Seguro que recordaréis el famoso El Proyecto de la Bruja de Blair en 1999, que unía el cine e Internet de forma innovadora y creativa, antes de la explosión del fenómeno Youtube. Se construyó una historia en el límite de la realidad y la ficción, lo que ayudó a dibujar un mundo más rico y logró que una película de bajo presupuesto pareciera algo más grande de lo que realmente era y tuviera un éxito inesperado.
Transmedia es un tema candente en estos momentos fomentado sin duda por la propia evolución del consumo de ocio y un apetito creciente por parte del público por el consumo multi-canal. No sé si habréis oído hablar de ello, pero quizá el mayor proyecto transmedia que se ha realizado en este momento sea el concurso/show de televisión Defiance. Un formato innovador en el que un programa de televisión y un videojuego se desarrollan a la vez, permitiendo al público explorar el mundo representado en la serie.
Sin duda alguna el transmedia se está extendiendo y parece que está desbancando, si no lo ha hecho ya, a la narrativa tradicional. Con la fuerza del storytelling al crear vínculos emocionales y la capacidad del transmedia para crear un contenido que involucre al público, teniéndole en cuenta desde el primer momento, la suma es una pareja realmente interesante.
Sin embargo, hay que lograr mantener un equilibrio. Cuantos más canales utilicemos o más táctiles e interactivos sean, más real e inmersivo se vuelve nuestro mundo. Si utilizamos demasiados canales corremos el riesgo de que la difusión de la historia sea demasiado fina y necesitaremos que la historia sea realmente potente como para que la audiencia siga prestando atención. Pero si lo hacemos bien, lograremos crear una historia real y sumergir a la audiencia en nuestro mundo de ficción.
Estoy impaciente por ver cómo evolucionará y qué otros métodos de storytelling utilizaremos o qué nuevas tecnologías nos ayudarán a mejorar aún más la forma en que contamos historias.