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LEWIS

Por

Marketing Spain

Publicado

noviembre 15, 2019

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En esta serie de posts compartiremos algunas de las lecciones que hemos aprendido en LEWIS sobre cómo escribir contenido para su uso en múltiples mercados internacionales, lenguas y culturas.


Concretamente en este artículo, nos centraremos en la estructura y peculiaridades gramaticales de las oraciones. Una comunicación clara se basa en una buena estructura y al cruzar las fronteras lingüísticas y culturales podemos encontrarnos con multitud de oportunidades para meter la pata. Hay algunos usos gramaticales confusos que son bastante comunes; y estas inexactitudes, a su vez, se ven exacerbadas por la traducción.

Aquí os mostramos algunos problemas frecuentes y sus soluciones para lograr adaptar con éxito tus contenidos en una campaña global.

 

Sobre el uso de los pronombres

Los pronombres son vitales, pero pueden fácilmente inducir a confusión. El desliz más común es cuando no está claro a qué se refiere un pronombre. A veces, los escritores no notan que un pronombre puede referirse a más de una cosa. Y puede convertirse en un problema mucho mayor si en la traducción lo que resultaba ambiguo acaba traduciéndose de forma equívoca o incorrecta. Por ejemplo, una alerta de los medios de comunicación sobre iniciativas sostenibles podría decir: “Si las mujeres no compran todos los jerseys, la compañía los devolverá”. Esta oración en inglés resulta un poco confusa, ya que, al no haber diferencia de género, el pronombre que se usaría para referirse a los jerseys, “them”, podría referirse tanto a las mujeres como a los jerseys. En español, sin embargo, esto no ocurriría, pues tenemos una forma distinta para referirnos a las mujeres y otra para los jerseys, ya que cambia el género. Pero si se intenta traducir la oración en inglés usando un traductor automático, hay muchas posibilidades de que elija la opción incorrecta: esta es, por tanto, una buena razón para trabajar con un equipo real que realice una correcta localización de los contenidos en lugar de tratar de hacer las adaptaciones a través de un programa de software.

 

Cuando trabajamos en nuestro propio idioma contamos con una comprensión bastante grande del uso de los pronombres y es por ello por lo que no nos hacemos cargo de los posibles errores que se pueden derivar de una mala traducción. De hecho, es mucho más complicado al tener esto en cuenta, que muchos idiomas, como el español, cambian los pronombres, verbos y adjetivos, no sólo según el número y la persona, sino también según el género y, en algunos, incluso según el caso. Esto significa que un solo error puede hacer que se malinterprete todo el texto.

 

La solución al dilema de los pronombres

Hay un par de maneras de evitar este tipo de problemas. Una es usar el sustantivo en vez del pronombre al que reemplaza. Por ejemplo, en la frase “Cuando Ana le conoció, se dio cuenta de la edad del CEO”. La posible sustitución de “Ana” por “ella” se podría entender bien, pero en el caso del “le”, no se sabe de quién se trata hasta el final de la frase.

La otra forma de evitar confusiones es intentar que no existan demasiadas palabras entre el sustantivo y el pronombre. En el caso en inglés “The Prime Minister had several three-hour meetings in February with the Chancellor of the Exchequer and the Secretaries of the Home Department, Foreign and Commonwealth Affairs, Defence, and Justice over the course of a very long day, but she ended up confused”, incluso si el lector sabe que el Primer Ministro es la única mujer en ese grupo, el pronombre está tan lejos del sustantivo al que está reemplazando, que el lector perderá la pista antes de llegar a él.

 

¿Quién es quién ahora?

Aquí planteamos la cuestión de la ambigüedad. Si tienes varios sustantivos antes del pronombre, es posible que necesites reformular la oración para no dar lugar a malentendidos. Por ejemplo, “Patrick Smith renunció a favor del director de operaciones Mark Johnson después de haber sido acusado de mala conducta”. ¿Significa esto que un hombre inocente renunció a favor de un acusado o viceversa? De la siguiente forma estaría más claro: “A raíz de las acusaciones de mala conducta, Patrick Smith renunció a favor del director de operaciones Mark Johnson”.

Otro ejemplo de confusión podría ser imaginarnos un comunicado en los medios sobre una empresa en crecimiento que dijera: “Nuestra nueva oficina cuenta con varios despachos, una sala de conferencias, una cocina y una sala de fotocopias en 900m2”. Si ese es el tamaño de la sala de fotocopias, ¿cómo será el resto de la oficina? Lo suyo sería reformular esta oración de la siguiente manera: “Nuestra nueva oficina de 900m2 cuenta con varios despachos, así como una sala de conferencias, una cocina y una sala de fotocopias”.

Por otro lado, al escribir en inglés a menudo se crea confusión debido a la neutralidad del pronombre “it”. Por ejemplo, en la frase “CoolPhones is exhibiting the Model X with a new OS and it’s already broken” no queda claro si lo que se ha roto es el nuevo teléfono o el software. Incluso se puede usar para referirse a algo que o no se ha definido o no se puede definir, como por ejemplo, después de desarrollar 20 ideas minuciosamente, resumirlas con un: “It proves that…”

 

¿Nosotros hablamos y tú escuchas?

Asegúrate de que quede bien claro quiénes somos nosotros y quién vosotros en cada comunicación. Un comunicado para accionistas y socios externos en inglés podría decir: “We’re working on a complex project with ambitious goals. To meet expectations this high, you need to set manageable deadlines”. El escritor quiere decir que todos los destinatarios son parte de un gran proyecto y que todos necesitan objetivos concretos. Los socios externos, sin embargo, pueden entender que el equipo del escritor está trabajando duro y que son ellos, los socios externos, los que necesitan ser mejores con los plazos de entrega.

Al traducir a otro idioma este comunicado, la confusión se multiplica debido a las cuatro acepciones de “you” -tú, vosotros, usted o ustedes- y su uso puede variar según la región. “Usted”, por ejemplo, resulta educado en algunos lugares y demasiado formal en otros. Al escribir hay que asegurarse de que el contexto indique claramente al traductor a quién se refieren los pronombres para que se acabe eligiendo la forma correcta. Volviendo al comunicado anterior, podría decir: “From our external partners to our own teams, we are all working on a complex project and need to set manageable deadlines” y sería mucho más conciso y claro.

 

Pequeñas generadoras de problemas: las preposiciones

Las preposiciones varían mucho su uso de un idioma a otro, por lo que también pueden dan lugar a malentendidos en las traducciones. Por ejemplo, algunos idiomas usan preposiciones para cambiar el significado del verbo, como la preposición holandesa «af», que cambia el verbo “abofetear” por el verbo “girar”.

 

El orden de los complementos

La estructura básica de una oración en inglés es sujeto-verbo-predicado. En lugar de insertar palabras entre estas piezas, lo mejor es agregar la información adicional antes y después si es posible. Esto es especialmente importante en la parte sujeto + verbo, ya que muchos idiomas conjugan los verbos por género y tiempo. Para conseguir mejores traducciones, en lugar de twittear en inglés por ejemplo “Teens who are into fashion post our clothes in selfies”, lo mejor sería poner “Fashion-forward teens post selfies in our clothes”.

 

Resumiendo, en un mundo donde la comunicación es global, pueden encontrarse enormes deficiencias al adaptar los mensajes a los diferentes mercados. Teniendo en cuenta todos los elementos estructurales que hemos comentado será más fácil que tus ideas se traduzcan y adapten a los diferentes idiomas de forma limpia y clara, sin riesgo de cometer errores en la traducción.

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